Las mujeres mapuche, desde su cosmogonía dual, reflejan no solamente la brecha de sanación del alma y del cuerpo como las machis, sino también la lucha de resistencia contra el enemigo; la violación y opresión que han tenido desde el periodo de conquista.
El núcleo familiar, desde lo más íntimo, era tarea de la mujer: trabajo cotidiano doméstico, labrando la tierra y cuidando a sus hijos.
En su cosmovisión, lo femenino en la cultura ancestral mapuche ocupa un lugar transcendental desde la dualidad. En el lado del bien tenemos las machis, las curanderas que son las depositarias del saber ancestral y mágico. Ellas, a través de la divinidad, pueden devolver la salud a las personas. En cambio, desde el mal tenemos a las kalkus poseedoras del conocimiento para hacer daño a las personas. Ellas actúan por encargo y pueden valerse de otros seres o de manipulaciones mágicas que consiste en introducir objetos al cuerpo de las personas.
Entonces, las mujeres mapuche son representadas desde la sabiduría del bien y del mal. A continuación, un intento de rescatar su memoria, resistencia y lucha, que no se desvanecen.
Guacolda
No se tiene certeza sobre la existencia real de Guacolda, pues fue descrita por Alonso de Ercilla en la obra La Araucana. De todas formas, Guacolda es conocida como la mujer de Lautaro, con quien se habría tomado la ciudad de Concepción, con valentía y coraje.
Al ser criada en la casa de Don Francisco de Villagra, no le tenían miedo a los españoles. Es por ello que junto a Caupolicán murieron juntos a manos de los europeos alrededor del 1557 en la Guerra de Arauco. Isidora Aguirre, en su obra teatral ¡Lautaro! Epopeya del pueblo mapuche (1982), relata a Guacolda:
Lautaro es cantado por su amorosa mujer, Guacolda: “Lautaro, estás aquí Lautaro, estoy contigo Lautaro, estás conmigo. Estás en mí, Lautaro ¡estás presente! Hermano… Aquí estamos para defender tu tierra. Tu gente. El hijo dormido.
Fresia
Al igual que Guacolda, de Fresia no se tiene certeza de su existencia, puesto a que también fue descrita por Alonso de Ercilla en La Araucana. Fresia fue la esposa de Caupolicán y aparece en la historia cuando él es detenido por los españoles tras el combate de Antihuala (5 de febrero de 1558). Ella, al verlo vivo y derrotado, siendo conducido a la muerte, le habría dañado su rostro a causa de ira y arrojado su hijo como símbolo de rabia.
Toma, toma a tu hijo, que era el nudo
con que el lícito amor me había ligado;
que el sensible dolor y golpe agudo
estos fértiles pechos han secado:
críale tú, que ese cuerpo membrudo
en sexo de hembra se ha trocado;
que yo no quiero título de madre
del hijo infame del infame padre.

Arpillera de Fresia y Caupolicán – Museo Violeta Parra
Janequeo
Esta mujer, al igual que las anteriores, fue una mujer de Huepotaén, cacique de Llifén, quien habría muerto bajo tormentos por mandato del gobernador Alonso de Sotomayor. Janequeo fue una líder militar mapuche, quien fue nombrada a cargo de las tropas de su comunidad.
Ella derrotó a las tropas invasoras en 1587 y se retiró tiempo después fatigada por la guerra de Arauco. A pesar de ello, se le han rendido homenajes debido a que lucho por la libertad de su pueblo, por su coraje y valentías. Así, ha la han reconocido con nombres de pasajes, calles y avenidas de Chile.
Herminia Aburto Colihueque
Activista mapuche del siglo XX, fue la primera mujer mapuche a presentarse a un cargo público, en 1935.
A mediados del siglo XX, Herminia Aburto Colihueque se educó, sabía leer, escribir y tuvo acceso a la educación como pocas mujeres, por lo que se destacaba en aquella época. También participó y lideró muchas organizaciones femeninas mapuche, cuyos objetivos eran reivindicar sus intereses y conquistar el derecho de voz y voto. Sin embargo, su paso por la política fue fugaz y rápidamente fue olvidada.
Organizadas, las mujeres mapuche lucharon por las reivindicaciones de sus intereses y para conquistar el derecho de voz y voto.
Nicolasa y Berta Quintreman
Hermanas activistas mapuche-pehuenche, Nicolasa y Berta Quintreman eran conocidas por su oposición de la central hidroeléctrica Ranco de Endesa. Como parte de la fuerza de la tierra, sus acciones en la década de los 90 marcaron el inicio de una lucha social contra el impacto ambiental y cultural ancestral de grandes iniciativas empresariales del país.
A pesar de sus luchas y reconocimientos -como el premio Petra Kelly en Alemania en el 2000- la hidroeléctrica inundó campos de su comunidad y con ello el antiguo cementerio ancestral pehuenche-mapuche.
En 2013, el cuerpo de Nicolasa fue encontrado flotando en las turbias aguas del embalse artificial de la represa Ralco, el mismo a cuya construcción se opuso tenazmente y que está sobre el cementerio de sus ancestros.
Francisca Linconao
La machi Francisca Linconao es conocida por ser una activista mapuche que ha sido absuelta tres veces en el caso Luchsinger Mackay, llevado a cabo por un grupo de desconocidos durante las acciones de protesta por el quinto aniversario del asesinato de Matías Catrileo en torno al actual conflicto en el Wallmapu.
Linconao ha venido enfrentando juicios desde hace seis años y que la tuvo durante meses -y al borde de la muerte- en una huelga de hambre en 2016. Asimismo, ha sido una luchadora por la protección del cerro Rahue, contra el empresario Emilio Taladriz que quería hacer uso de las fuentes de agua para su fundo. El cerro Rahue es un lugar importante para el pueblo mapuche, por su significando en lo cultural y espiritual, debido a que es rico en especies nativas y medicinales que ellos utilizan para sanar el cuerpo y el alma de las personas.
Linconao es una de las mujeres mapuche que sigue luchando por los derechos de su pueblo. Esto ha derivado en que las cortes de justicia hayan impedido a empresas privadas la intervención de los territorios mapuche y, con ello, a que se afecte su biodiversidad, cultura y patrimonio. Todo esto, con el fin de asegurar una relación fluida entre éstos y las comunidades humanas ancestrales que habitan en ellos.
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