Hace años, los programas de televisión eran la mayor referencia de lo que sucedía en el mundo, traspasando por las pantallas rasgos culturales, estereotipos, tabúes y prejuicios inculcado en diversas partes del mundo. Además, ocurría un fenómeno aún más profundo y que perdura en el tiempo: el poder empatizar o identificarse con un personaje ficticio. De ahí que algunas series y películas se han atrevido a hacerle justicia a la diversidad.