Debemos aprender de nuestra propia historia, porque heredamos los dolores de la dictadura, y es por eso que la memoria vive.
Debemos aprender de nuestra propia historia, porque heredamos los dolores de la dictadura, y es por eso que la memoria vive.
Nosotres también habitamos este país construido a punta de fusiles y mentiras. Y cargamos en parte con traumas familiares que al Estado no le interesó reparar. Porque puede que no hayamos vivido la dictadura, pero lamentablemente somos sus hijos y nietos