Las mujeres dan a luz acostadas, gritando de dolor y con muchos médicos a su alrededor. Pero no siempre ha sido así: desde parir de forma solitaria en la prehistoria, el auge indiscutible del parto vertical, hasta la sobreutilización de la cesárea, el parto ha cambiado muchísimo a lo largo del tiempo.
Hubo un factor determinante: la introducción del parto horizontal, sobre una cama, con las piernas en alto. ¿Por qué sucedió? ¿Es el método ideal?
En Copadas.cl conversamos con la matrona feminista y académica de la Universidad de Chile Camila Hidalgo sobre otras formas de dar a luz y la importancia de parto respetado.
¿Dar a luz verticalmente?
Se asume que al principio las mujeres parían de forma solitaria, cuidándose del riesgo del entorno y agachadas en los pies o sobre las rodillas. Es en la sororidad entre mujeres que el parto se vuelve un encuentro de cuidados. Así surgen las primeras matronas que se encargaban de acompañar y proteger a la madre y al bebé. Este acompañamiento al parir era también parte de un ritual al enfrentarse con casos complejos y las muertes materno fetales. El arte está lleno de manifestaciones de esos partos prehistóricos que jamás fueron horizontales. Un ejemplo de esto es la Mujer sentada de Catal Huyuk, quien está pariendo sentada, acompañada de dos leopardos.
En la cultura azteca, romana y mochica hay también restos arqueológicos que capturaron el parto en cuclillas. Un estudioso apellidado Engelmann identificó 30 formas distintas de parir en las mujeres de la prehistoria, todas con distintos beneficios fisiológicos que facilitaban el trabajo de parto y se apoyaban en la gravedad.
No es necesario buscar muy lejos: la cultura Aymara e Inca tenían a la Pachamama pariendo en cuclillas. Estas tradiciones pre conquista española siguen en pie hasta hoy especialmente en zonas andinas y se intentan preservar en las comunidades indígenas, por ejemplo el programa Orígenes en Iquique.
- Parto moche prehispánico
- Parto azteca prehispánico
- Mujer sentada de Catal Huyuk
¿Es mejor elegir un parto vertical?
Un parto usualmente es ambiente clínico, sedantes y el personal haciéndose cargo, pero no es lo ideal. El desarraigo de la experiencia de parir para las mujeres puede desencadenar violencia obstétrica. Por eso es importante resaltar el rol de las matronas feministas para que la maternidad sea una decisión en ambientes amorosos y de cuidado. Actualmente se promueve cada vez más el parto vertical con técnicas modernas con la intención de garantizar partos respetados.
“Por razones básicas de anatomía, siempre va a ser mejor tomar la opción de un parto vertical que horizontal” indicó Camila Hidalgo, matrona feminista y académica de la Universidad de Chile.
“Al estar una mujer en un parto vertical, sus órganos se disponen por la gravedad y puede respirar mejor. Además el útero no presiona a la vena cava que pasa por la espalda: de esta forma se evitan síntomas y dolor que tiene que ver con ese aplastamiento. El bebé tiene más posibilidades de ir encajándose y acomodándose a la pelvis con el movimiento. La misma gravedad le permite salir en mejores condiciones, con mayor facilidad y con mayor autonomía”, explicó la matrona.

Foto de cottonbro en Pexels
En palabras de Camila Hidalgo: “Como matrona feminista creo que el parto es un momento que sucede casi de forma única en la vida moderna de cada persona con capacidad de gestar. Por eso lo ideal es que la madre se sienta protagonista de su proceso, sin violencia y con consciencia de la información y de las decisiones que tomará para su parto. Por lo tanto se le debe información, empatía y amor, para que ella tome el control de la situación. En un momento tan vulnerable como el del trabajo de parto, se debe acondicionar el ambiente y el trato de una forma especialmente empática, para que tenga una experiencia positiva y protagónica, en su vínculo con el bebé“.
Además, según la investigadora Raquel Hurtado parir de cuclillas no solo es bueno para las mujeres, si no para la economía. La autora profundiza al respecto en su libro “Con los pies en la tierra”
¿Cómo es un parto respetado?
La matrona Camila Hidalgo describió el parto respetado como: “Uno donde se respeten los los tiempos del parto y la progresión de este, sin acelerarlo, sin hacer cosas por rutina ni intervenciones innecesarias. También es importante el respeto a la mujer que está pariendo, a su acompañante principal y a ese niño que viene en camino y que en el fondo hacen hacen hacen una triada. Se les debe respetar el tiempo de apego, el tiempo de conocerse y promover algunas acciones de salud como la lactancia, el contacto piel con piel. En resumen, que el proceso de parto sea lo menos brusco y lo más amoroso posible”

Nacimiento asistido por dos mujeres en la antigua Iberia. Ilustración por RU MOR
¿Por qué el estándar no es un parto vertical?
El patriarcado, la ilustración antropocentrista y el alejamiento de las mujeres de las ciencias tuvieron mucho que ver al respecto. Para el año 1600s las mujeres acompañadas de las parteras daban a luz sobre una silla con un hueco al centro para facilitar la salida del bebé. Además, en la antigüedad parir era de alto riesgo, con una muy alta tasa de mortalidad materno-infantil: las principales dificultades eran los abortos espontáneos, la infección, la posición fetal y la estrechez pélvica.
Cuenta la Historia que fue el rey francés Luis XIV, quien tuvo más de veinte hijos y una fijación con ver los partos, el que exigió el parto horizontal. Así con la mujer tendida boca arriba para ver el procedimiento con más facilidad. Si bien no hay documentación detallada al respecto, esta época coincide con el año 1650 que los médicos cirujanos (solo hombres) iniciaron sus prácticas en obstetricia. Este es el auge de la obstetricia médica y la invención del fórceps. De esta forma el dar a luz acostadas se convirtió un estándar para facilitar el trabajo del personal de salud.
Algunos datos curiosos de la salud materna:
Tomados de Reseña histórica e hitos de la obstetricia. A finales del 1700 Van Deventer demostró que el feto no nacía por fuerza propia (como se creía hasta entonces). Fue recién al principio de 1800 que Charles White proclamó la asepsia obstétrica (hasta entonces desinfectar no era un protocolo).
En 1821 se escucha el latido uterino por primera vez. En ese mismo año la francesa Madame Lachapelle escribe un libro sobre su experiencia como matrona, fortaleciendo el rol femenino en la obstetricia. Así, el avance de la obstetricia se ha seguido dando hasta la actual medicina moderna.
Conoce más en nuestra biblioteca feminista:
Entender el parto como un acto sexual implica una aproximación a la sexualidad femenina diferente de la establecida en la dominación patriarcal que, para empezar, es exclusivamente falocéntrica.
Sin embargo, pese al modelo falocrático vigente, en el siglo pasado hubo mujeres obstetras que abordaron la maternidad desde la perspectiva de la verdadera sexualidad femenina.
Pariremos con placer, libro de Casilda Rodrigañez. Puedes leerlo aquí, en la Biblioteca Feminista de Copadas.cl.
Foto de portada por Ava Sol en Unsplash
2 comentarios