¿Vagina o vulva? ¿Labios menores asimétricos? ¿Por qué está oscura la zona? Las preguntas que se arremolinan en torno a nuestro órgano sexual parecen ser incontables. Es que quienes tenemos vagina solemos cuestionarnos si es normal cómo luce, huele y se siente allá abajo, desencadenando pensamientos y emociones que pueden resultar angustiantes si no tenemos la información necesaria.
Entonces ¿Qué es lo que pasa realmente con nuestra vulva?
Vulva: una hermosa palabra que debemos comenzar a incluir en nuestro vocabulario. O al menos, eso es lo que argumentó la fisioterapeuta pélvica Carolina Silva, en cuya consulta alberga una muralla plasmada de fotos de distintas vulvas, todas de diferentes formas, tamaños y colores. La máxima expresión de diversidad hecha fotografía.

Consulta de Carolina Silva, muralla de vulvas
La fisioterapeuta, que también es especialista en sexualidad funcional, en conversación con Copadas.cl entregó respuesta a distintas inquietudes con respecto a nuestra área genital, develó algunos mitos y prejuicios y explicó algunas funciones de la vulva. Todo esto desde la premisa de que “lo más común que tienen las vulvas es su variedad”.
La vulva: “Ordinaria e innombrable”
Primero que todo es importante hacer la diferenciación entre vulva y vagina, esto debido a que muchas veces omitimos el primer término y le llamamos vagina a toda la zona sexual.
“En el colegio nos enseñan qué es la cabeza, los hombros, las rodillas y los pies… Pero ¿y los genitales? Eso no se enseña” – Carolina Silva
La vulva es la anatomía externa de los genitales femeninos que engloba elementos como los labios mayores, menores y el clítoris. Por otro lado, la vagina (cuya apertura también se encuentra en la vulva) es un tubo sólido y vacío que cuenta con una membrana, el himen.
“Pareciera que hablar de vulva es feo, ordinario”, señaló Carolina Silva al reflexionar que nombrar esta palabra requeriría mencionar los labios, el fluido, el olor y demás. Es por esto que hablar de vagina resulta casi más familiar, ya que se relaciona inmediatamente con el parto y el bebé. “En el colegio nos enseñan qué es la cabeza, los hombros, las rodillas y los pies… Pero ¿Y los genitales? Eso no se enseña”, declaró la fisioterapeuta.
En función a lo anterior, la experta en sexualidad femenina consideró esta desinformación como algo social que se sigue perpetuando, aunque no sea a propósito. Un ejemplo de esto es The Great Wall of Vagina, obra del británico Jamie McCartney que consiste en un montón de estructuras de yeso que buscan visibilizar la existencia de distintas anatomías genitales. Sabemos que fue con buena intención, pero Jamie… ¡Esas no son vaginas, son vulvas!

Unruly Bodies
Enhorabuena la normalidad
Blanquita, lampiña y cerradita como un tulipán que aún no se digna a florecer. La industria del porno y los medios nos ha hecho creer que así debe verse nuestra “flor” (como algunos le llaman) que, irónicamente, jamás abrió sus pétalos y permanece sellada. El efecto es tal que más de une se ha mirado al espejo preguntándose ¿Por qué mi vulva luce diferente?… ¿Será normal?
¡Sorpresa! Sí lo es y más de lo que se suele pensar.

Foto de cottonbro en Pexels
De hecho, es mucho más común que las vulvas sean asimétricas que parejas. Tener los labios menores sobresaliendo y de distintos largos, de un color oscuro, el clítoris muy grande o muy pequeño, un labio mayor más estirado que otro: es de lo más normal.
Enhorabuena, si dicen por ahí que cada mente es un mundo, aquí adoptamos el lema “Cada vulva es un mundo”. Ninguna es igual a la otra, pero podemos parecernos.
Según Carolina Silva, esta diversidad es algo de lo que debemos sentirnos orgulloses, porque es signo de una buena función vulvar. Cuando la vulva se empieza a oscurecer, los labios mayores y menores se ven imponentes, el clítoris cubierto por el prepucio se asoma ante la excitación; todo esto es síntoma de una excelente función andrógena (de las hormonas sexuales) y deseo sexual. Es como una máquina en la que todas las piezas funcionan correctamente, lo que la impulsa a seguir trabajando.

Foto de cottonbro en Pexels
Lo mismo ocurre con el flujo vaginal, el cual lamentablemente también es motivo de inseguridad para algunas personas. A veces tener esa manchita en el calzón a diario de un fluido medio blanquecino y lechoso significa que tu vagina se está limpiando y expulsando las bacterias.
Aquella mucosa no realiza todo un recorrido desde arriba del cuello uterino acarreando bacterias a través de los canales de tu vagina para que luego al salir al exterior te avergüences de ella. Hay que pensarlo como una purificación del cuerpo, una que no necesita protectores diarios. Es importante tener en cuenta que los protectores diarios pueden provocar hongos y bacterias malignas debido a la acumulación de sudor, explicó la especialista Carolina Silva.
Labios menores: Anteponer la funcionalidad a la estética
Sin lugar a dudas, los labios menores son una de las inseguridades más grandes con respecto a la vulva, sobretodo en adolescentes. Según un estudio publicado por la BBC en 2017, entre el año 2014 y el 2016 las labioplastias (remodelación de los genitales) aumentaron en un 152% en menores de edad en Estados Unidos.
No es que operarse sea algo malo en caso de que los labios menores generen molestia, explicó la fisioterapeuta, pero es necesario considerar que tienen un rol importante en la anatomía. En primer lugar, dirigen la orina para que esta no se nos escurra por la pierna, en segundo lugar, se hinchan ante la excitación (ya que están compuestos por vasos sanguíneos, a diferencia de los labios mayores que se componen de músculo) y asimilan un tejido eréctil.

Foto de Cliff Booth en Pexels
“Hay que anteponer la funcionalidad a la estética”, enfatizó la experta. Como es un tejido eréctil, este se recoge con la excitación. Si un cirujano recorta los labios menores sin pensar a largo plazo, estos pueden seguir encogiéndose con el tiempo hasta quedar minúsculos o casi desaparecer, lo que evidentemente puede provocar dolor y disfunciones sexuales.
Asimismo, la vulva sigue un ciclo de vida y los cambios dependerán de las alteraciones hormonales. Primera regla ¡Pum! Desarrollo en los genitales que puede significar estiramiento de los labios. Embarazo y parto ¡Pum! Otra inyección de hormonas y cambios corporales. Con la menopausia de nuevo una alteración y todo parece encogerse, como si la vulva se atrofiase.
Es por esto que Carolina Silva aconsejó que la cirugía se realice después del embarazo y el respectivo parto. Pero ¿Quién sabe? Nada asegura que los labios no vuelvan a estirarse.
¿Es por mi actividad sexual?
¿Mi actividad sexual tiene que ver con los cambios de mi vulva, ya sea en tamaño como en color? Cuántas veces hemos comparado cómo lucía nuestra zona genital antes y después de comenzar una vida sexual activa, pero la verdad es que la relación entre una cosa y la otra se trata de un mito.

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“Si hacemos tracción de los labios en el acto sexual, estos podrían tornarse oscuros. Al igual que en todos los lugares que sean pliegues, como las axilas”, ejemplificó Carolina Silva. Además, la experta comparó la textura del tejido menor con la de unas calzas, así es, como las que usas para hacer ejercicio: “Si las estiras mucho pueden alargarse y tal vez luego recogerse, pero esto tiene que ver con ciertos roces y tensiones constantes, no significa que al tener relaciones tus labios vayan a estirarse varios centímetros”.
En todo caso, recordemos que los cambios son buenos y hay que celebrarlos.
Un llamado a embellecer la vulva
La profesional hizo énfasis y recalcó no solo la normalidad de la vulva, también su belleza. En ese sentido, Carolina Silva explicó que hay una lejanía e indiferencia por parte de ciertos profesionales de la salud.

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“¿Por qué no pueden reforzar la belleza de la vulva? Si no te van a ayudar con el dolor, por último pueden comentar que se ve bien y que está funcionando correctamente”, manifestó la experta. Cuando Carolina Silva recibe a sus pacientes les hace saber que todo va en orden y que lucen perfectamente: “Tiene un lindo color oscuro, un flujo bello y blanco”, recitó como lo ha hecho en repetidas ocasiones.
Con respecto a la variedad de colores, formas y tamaños, hay que hacer un llamado de atención. Parecen ser pocas las instancias de conversación y representación de diversidad. The Vulva Gallery y Labia Library son ejemplos de proyectos que buscan visibilizar la realidad de los órganos sexuales.
Estos espacios y conversaciones, por más mundanas e innecesarias que parezcan, pueden producir calma y seguridad en alguien que lo necesita.
Creditos de imagen principal: Consulta de Carolina Silva, pared de vulvas
Excelente reportaje muy claro educativo mis felicitaciones