Desde 2013 cada 28 de mayo se celebra el Día de la Higiene Menstrual, en referencia al ciclo que afecta en algún momento a literalmente la mitad de la población mundial de manera cotidiana y que, paradójicamente, sigue siendo tabú.
Esta fecha tiene como objetivo terminar con la pobreza menstrual, concientizar sobre higiene y gestión menstrual deficiente. Además, busca erradicar las percepciones negativas o estigmas en torno a la menstruación. Es por esto que en Copadas.cl conversamos con una educadora dedicada a la higiene menstrual y salud sexual.

Copa menstrual y tampón / Imagen: Patricia Moraleda
Cada día se estima que hay 800 millones de personas menstruando. Para un proceso corporal tan masivo, la información que existe en torno a su funcionamiento, a las distintas maneras de llevarlo y la mirada biológica con que se contempla actualmente no son suficientes para garantizar a las personas menstruantes el derecho a una salud menstrual completa.
La menstruación como fenómeno social y político
La Tribu es una Escuela de Salud de la Mujer con enfoque feminista. Esta iniciativa fue creada por y para mujeres y busca generar espacios de aprendizaje para una comprensión íntegra acerca de nuestro cuerpo y emociones.
Patricia Mieres, directora de La Tribu, comentó: “La menstruación no es un fenómeno solamente individual o sanitario, sino también social y político”.
“El cómo menstruamos va a estar dado por las variables contextuales que nos rodean: cómo vivo, qué acceso tengo al agua y a insumos menstruales, si estoy privada de libertad o no. Además de una serie de variables simbólicas, como la violencia a la que estamos expuestas solo por el hecho de menstruar”, agregó Patricia.
Situación actual en Chile
Actualmente en Chile no existe una Ley de Educación Sexual Integral que genere espacios formativos transversales a nivel escolar y de educación superior.
En consecuencia, explicó Patricia, las mujeres enfrentan la menstruación desde una base de abandono y deficiencia de información tremendas.
La mayoría de las niñas que menstrúan por primera vez lo hacen sin saber realmente qué ocurre y cómo entender este nuevo ciclo en su cuerpo. “En estas condiciones, al vivir la menarquia, las niñas tienen un quiebre biográfico: su cuerpo pasa a ser un territorio desconocido, atemorizante, que les causa dolor y rechazo”, sentenció la educadora de la salud.

Imagen: Sora Shimakazi
Lo anterior genera consecuencias muy importantes a nivel particular y colectivo, que contribuyen a acentuar la brecha de género en diversos ámbitos.
En el plano colectivo, la falta de información y educación menstruales derivan en una reducción de oportunidades a nivel académico y laboral.
Sobre lo particular, la educadora de la salud indicó: “Esa niña va a construir una mala relación con su cuerpo, que pasa a ser un territorio donde se siente ajena y no confía. En un futuro, va a tener más dificultades en su sexualidad y en el ejercicio de derechos en torno a su salud sexual y reproductiva”.
¿Cómo se rompe con el tabú ligado a la menstruación?
Para terminar con el estigma negativo y el tabú sobre la menstruación, en primer lugar Patricia Mieres remarcó la necesidad de mirar el tema con enfoque de género: “Si menstruar fuese cosa de todas las personas, no viviríamos las violencias que vivimos. Éstas se viven porque la menstruación es algo que viven las mujeres”.
Desde allí, es importante entender que la tabuización de la menstruación no es algo que las mujeres debamos seguir cargando: “Los tabúes son construcciones sociales de culturas completas. Una mujer individual no puede romper un tabú social. Las mujeres no tenemos el deber de romper el tabú, porque eso nos vuelve a responsabilizar a nosotras de las violencias que sufrimos” reflexionó la educadora de salud.
Patricia también explicó que pedirle a una persona que “positivice” la menstruación en este contexto es violento y genera una opresión adicional.
Sin embargo, la educadora de salud afirmó que de acuerdo a estudios de la ONU, la OMS, la Unicef y a nivel nacional, el desconocimiento que existe sobre el ciclo menstrual tiene un impacto muy importante en la salud sexual y reproductiva de las personas que menstrúan.
¿Qué se debe hacer para mejorar esta situación?

Imagen: Freepik
Patricia afirmó que todo recae en generar y compartir instancias de conocimiento y alfabetización sobre nuestros cuerpos: “Mientras más conozca lo que me pasa, menos miedo y rechazo me genera”.
“Las personas que menstrúan deben tener toda la información disponible. Para algunas personas vivir la menstruación en positivo puede implicar decidir no menstruar, o hacerlo de diversas maneras a las que sólo tendrá acceso es informada acerca de ellas. Eso es autonomía”, puntualizó la educadora de la salud.
Finalmente, Patricia recalcó que “esto es un deber del Estado, y los gobiernos se tienen que hacer cargo del tema. La menstruación tiene que estar en currículum escolar, entendiendo que no es un tema ‘de mujeres’ sino de toda nuestra salud sexual y reproductiva”.
Imagen principal: Pixabay
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