Le conocí por internet, debe mudarse por estudios, trabaja en una ciudad distinta, nos conocimos en un viaje de verano o vivimos en países distintos. Son muchísimos los motivos que podrían llevarnos a una relación a distancia. Y aunque la actualidad y sus avances en tecnología y comunicación han generado un fenómeno de interconexión que nos permite ver a la persona que amamos con un solo click en nuestro teléfono, sabemos que estar lejos de la pareja puede suponer muchas adversidades.
La pandemia ha sido el último motivo de separación de cientos de parejas geográficamente cercanas, que por confinamiento y medidas restrictivas han perdido también la capacidad de tocarse, besarse e incluso estar en una misma habitación. Estamos pasando por momentos especialmente duros y los cierres perimetrales cercan historias de amor que pelean por sobrevivir.

Fotografía de Benjamin Sow, Unsplash.
Las complicaciones que surgen durante una relación que se mantiene a distancia, son muy diferentes de los problemas que pueden surgir en una pareja que se ve a diario; sin embargo, los kilómetros no suponen necesariamente el fin del amor.
¿Y si las relaciones a distancia son más duraderas?
Una investigación publicada en el Journal of Communication sugiere que las relaciones lejanas geográficamente gozan de igual o más confianza y satisfacción que sus contrapartes.
En su estudio, Li Crystal Jiang, de la Universidad de la Ciudad de Hong Kong, y Jeffrey T. Hancock, de la Universidad de Cornell, comprueban la existencia de una mejora en la intimidad en las parejas a distancia, ya que se comprometen y adaptan a las circunstancias de mejor manera, revelando más información a sus parejas que aquellas que vivían cerca una de la otra, debido a la búsqueda de cercanía a través de medios interpersonales.
Tampoco encontraron diferencias significativas en los niveles de satisfacción ni en los niveles de incertidumbre que las parejas de larga distancia y cercanas sentían sobre sus relaciones.
Si bien estos resultados son alentadores, es claro que toda relación a distancia requiere de más tiempo y dedicación que aquellas parejas “convencionales”. No obstante, cualquier dificultad puede enfrentarse y salvarnos de la ruptura.

Foto de RODNAE Productions en Pexels
Jorge Lozano, conferencista mexicano que entrega técnicas para resolver problemas amorosos, hace una reflexión sobre las bases fundamentales de la distancia en pareja:
Controlar la incertidumbre
Cuando la persona que amas se encuentra lejos, la incertidumbre puede jugar con nuestra confianza y causar preocupaciones exageradas sobre la relación.
¿Dónde estará? ¿Qué hace? ¿Saben sus amigues de nosotros? ¿Me contará siempre la verdad?
Ante la perspectiva de la separación, lo más importante es tener un canal de comunicación firme. Crear un espacio de confianza para resolver los problemas acabará con la sensación de estar sobre una cuerda floja y asentará las bases de toda relación sana.
Demostrar afecto
A falta del contacto físico, son mucho más desafiantes las formas de mostrar afecto. Ser recurrente, detallista y creativo permite una relación con sus necesidades cubiertas. Ya sea con un pequeño regalo, una llamada telefónica o una visita inesperada cuando sea posible, hacerle saber a tu pareja que le amas es crucial para una relación exitosa.
Trabajar las inseguridades
Al igual que la incertidumbre, nuestra propia inseguridad puede traer inestabilidad a la pareja. No poder participar directamente en la vida de tu novio o novia, deja mucho espacio para que estas inseguridades florezcan y radiquen en celos, ansiedad e imaginar historias que están muy lejos de la realidad.
Al contrario a las relaciones cara a cara, la rutina puede salvarnos de la inseguridad. Pueden ser horarios de llamada, pasar la noche juntes, ver películas al mismo tiempo o simplemente hablarse del día. La creación de hábitos es prácticamente sagrada, ya que demuestra compromiso e interés en la relación.
Sabemos que no hay un modelo único o perfecto de relación. El amor es diverso, también las personas, y aquello que para algunos se hace insoportable, para otros es una nueva forma de compañía y apoyo sin agobios. Cualquiera sea el caso, disfrutar lo que te proporciona la distancia, como tener más tiempo para ti, desarrollar tu vocación, viajar y conocer sitios nuevos, pasar más tiempo con tus amigos, descubrir qué te apasiona, conocerte mejor a ti mismo y sobre todo, trabajar la tolerancia a la frustración y el desapego emocional, nos hará una mejor persona y mejor pareja.
O en palabras de Li Crystal Jiang, “las parejas de larga distancia se esfuerzan más que las parejas geográficamente cercanas, y sus esfuerzos se ven recompensados”.
Imagen destacada: RODNAE Productions en Pexels
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