Seguro has escuchado sobre la rutina de skincare o cuidado de la piel. Últimamente es un tema que se habla mucho, porque son cada vez más las personas que deciden preocuparse de la piel de su rostro y comenzar a utilizar productos según sus necesidades. Muchos dicen que es una moda pero, ¿qué hay de malo en cuidarse el rostro? Es una parte de nuestro cuerpo, y preocuparse de ello es un acto de autocuidado.
El mundo del skincare es infinito. La rutina coreana de los diez pasos, cosmética natural, mascarillas, tónicos, doble limpieza. En fin. Al comienzo puede ser abrumador, porque la información es demasiada. Pero, una vez que conoces tu piel, el momento de lavarte la cara puede convertirse en un ritual que seguro vas a disfrutar. Ahora, ¿qué necesitas saber para empezar a cuidarte el rostro? Acá te contamos.
La piel perfecta no existe

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En el mercado está lleno de productos que prometen una piel libre de acné, arrugas y manchas. Piel llena de brillo, pero saludable, no grasosa. Con poros cerrados y sin puntos negros. Lisa, sin texturas.
Lamentamos decepcionarte, pero eso no es posible. Ni con los productos más caros o la rutina más completa vas a lograr una piel “perfecta”. Las manchas, arrugas e incluso el acné, son normales. Por supuesto que si tu piel tiene reacciones acneicas o alérgicas por tiempos prolongados, te recomendamos consultar a una especialista. Pero un par de espinillas o granos ocasionales no caben dentro de la anormalidad.
Es importante tener claro esto, para que no nos vendan cada crema o jabón nuevo que salga. Muchas veces se aprovechan de nuestra desesperación por mejorar el acné o la apariencia de la piel, y nos hacen gastar una millonada todos los productos posibles.
Por eso, antes de partir a comprarnos la farmacia entera, debemos conocer nuestra piel y sus necesidades. Investigar qué ingredientes pueden servirnos para cuidarla. Todas las pieles son distintas y no porque a otra le haya servido tal producto, significa que a ti también.
Tipo de piel
Ya, y ahora, ¿cómo conozco mis necesidades? Lo primero es saber cuál es tu tipo de piel. Para ello, puedes hacer un ejercicio fácil: en la mañana, lávate el rostro sólo con agua (a temperatura ambiente). Espera dos horas sin aplicarte ningún producto. Ahora obsérvate y revisa cuál de estas descripciones se acerca más a cómo se siente y se ve tu piel:
- Piel seca: Se siente tirante. Puede que tenga “parches” secos en sectores como las ojeras, alrededor de la nariz o incluso en las mejillas.
- Piel grasa: Se ve brillante. Si pasas los dedos sobre ella, sentirás grasitud. Cero resequedad.
- Piel mixta: Se siente tirante sólo en las mejillas, pero se ve brillante en la zona T (frente, nariz y mentón).
Este ejercicio no es 100% exacto. Puede que tengas la piel grasa, pero deshidratada, entonces la verás más como una mixta según la descripción anterior. Por eso es importante observarse, y ver cómo está nuestra piel la mayoría del tiempo.
Ahora hablemos de la piel sensible. También es una característica del rostro y cualquier tipo de cutis puede tenerla. Una piel puede ser seca y sensible, grasa y sensible o mixta y sensible.
Principalmente, responde a pieles que son susceptibles a reaccionar frente a estímulos externos. Es decir, un rostro que se enrojece con facilidad, que suele tener alergias o incluso que arde cuando aplicas productos con componentes muy fuertes.
Lo básico en una rutina de skincare
Hay muchas cosas que puedes hacer para comenzar una rutina de skincare. Pero si eres de las que con suerte se lava la cara en la ducha, te recomendamos partir de a poco. Si nunca has aplicado productos en tu piel, es probable que ésta reaccione mal frente a demasiados estímulos. Por eso, te contamos lo básico que puedes probar para incursionar en este mundo.
1. Limpieza

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¡Todas deberíamos lavarnos el rostro al menos una vez al día! En el capítulo “Skincare: cuidar tu piel también es cuidar tu salud”, conversamos con Angélica Figueroa, más conocida como Geek and Chic, blogger de skincare y kbeauty. Ella explica por qué la limpieza del rostro es tan importante y necesaria: “Durante el día, todos sudamos y generamos sebo. Eso no es asqueroso, es necesario, porque se genera una película protectora para cubrir zonas que están desprotegidas en el rostro. Pero la piel también es grasosa, entonces se le ‘pegan’ cosas: la contaminación, el smog, los metales pesados,el humo, el polvo, etc”.
Hay varias formas de limpiarse el rostro, y la que elijas dependerá de tus necesidades. Y como este es un post para principiantes, acá te contamos de algunos tipos de productos que te pueden ayudar en este paso:
-Agua micelar: En palabras simples, es un agua con jabón. Hay comunes y bifásicas. Las comunes son para retirar suciedades del rostro. Las bifásicas, tienen dos fases: agua y aceite, y sirven para retirar el maquillaje a prueba de agua, específicamente en los ojos y la boca.
Para aplicarlas, debes empapar un algodón (o pétalo) y pasarlo con suavidad por todo el rostro. Y ojo, que es mega importante enjuagarlas SIEMPRE. Aunque en el empaque diga “sin enjuague”.
Geek and Cheek dice que si no te la enjuagas, “es posible que te queden trazas de micelas, que son una agrupación de surfactantes, es decir, detergentes. Esto puede generar irritación o resequedad en algunas personas”.
-Aceite limpiador: Este es un clásico de la rutina de skincare de las mujeres coreanas. Es un aceite (especial para el rostro, no sirven los de cocina) que se aplica sobre el rostro con un masaje suave, para “derretir” el maquillaje y el protector solar. No te preocupes, que no queda pegado en tu piel. Tienen una fórmula que permite que se emulsionen al contacto con el agua, por lo que es muy fácil retirarlos.
-Limpiador acuoso o jabón: Este es el más esencial. Deberías usarlo sí o sí todas las mañanas y noches. Puedes elegir entre agua micelar o aceite limpiador, pero siempre deberías ocupar un jabón después de desmaquillar o quitar el bloqueador solar.
Hay miles en el mercado y para todos los tipos de piel, así que te damos dos tips para elegirlo bien. Primero: debe ser un jabón especial para el rostro. No sirven los de mano o de cuerpo. El pH de la piel del rostro es distinto al del resto del cuerpo, por lo que no tiene las mismas necesidades. Y segundo: tu jabón no debería dejarte el rostro “tirante” luego de utilizarlo. Eso es sinónimo de resequedad, no de limpieza.

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¿Demasiada información? No te preocupes, es más simple de lo que parece.
En las noches: retira el maquillaje/protector solar/suciedad del día con un agua micelar o aceite limpiador (elige uno de los dos). Enjuaga, y lávate el rostro con un jabón adecuado para tu tipo de piel.
En las mañanas: ocupa sólo el jabón. La limpieza matutina es más simple, ya que no hay demasiada suciedad que retirar.
2. Hidratación/humectación

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El segundo paso de tu rutina de skincare, debería ser la hidratación o humectación. ¿Cuál es la diferencia? La hidratación le aporta agua a tu piel y la humectación le aporta aceite. Como estamos creando una rutina básica, vamos a partir sólo con una crema hidratante.
¿Cómo elegirla? Según tu tipo de piel, igual que el resto de tus productos. Para piel grasa, te recomendamos cremas matificantes o en formato gel. Si tienes piel seca, una crema con textura más “pesada”. Si tienes mixta, elige la que más te acomode entre esas dos opciones, o incluso puedes usar una más hidratante para las mejillas y una matificante para la zona T. Y para piel sensible, siempre prefiere productos hipoalergénicos.
3.Protección solar

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Todes deberíamos usar protector o bloqueador solar TODOS los días de nuestra vida. Sí, aunque esté nublado, aunque llueva, aunque estemos dentro de la casa. Los rayos UV son potentes y capaces de atravesar las paredes, los vidrios y por supuesto las nubes. Por lo tanto, el protector solar no es sólo sinónimo de día de playa.
¿Y de qué nos estamos protegiendo? Principalmente, de la radiación que a la larga puede producir incluso cáncer a la piel. Además, podemos prevenir manchas, arrugas y la textura de la piel.
Tal vez estás pensando que los protectores solares son incómodos, grasosos, pesados y dejan la piel blanca. Afortunadamente ahora hay cientos de productos para elegir, muchos con textura livianita, matificantes e incluso algunos con color. No hay excusas para no proteger la piel del sol.
Esos son los pasos básicos para una correcta rutina de skincare. Si nunca le has aplicado productos a tu rostro, este puede ser un buen comienzo. Limpieza, hidratación y protector solar. En ese orden. Después, puedes maquillarte si quieres. Si no, ya estás lista para enfrentar las adversidades del clima y la contaminación, con tu piel protegida.
Con el tiempo, puedes ir agregando otros productos para complementar tu rutina. Pero de eso hablaremos más adelante.
Me sirvió demasiado! Ya tengo en mi lista lo que necesito
Muy buen artículo, los invitamos a probar las líneas de coreana!