Si de repente nos surge la inquietud por conocer un poquito más sobre feminismo, probablemente recurramos a Google (como siempre). Al googlear “feminismo”, nos lanza como primer resultado esta definición: “Doctrina y movimiento social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres”. Ok, no quiero desmentirla, sólo decir que si quieres saber qué es el feminismo, hay que ir mucho más allá de su definición.
¿Qué es el feminismo?
La escritora y psicóloga española Victoria Sau dijo sabiamente “Atareadas en hacer feminismo, las mujeres feministas no se han preocupado demasiado en definirlo”.
Esto ocurre porque el feminismo es el conjunto de teorías y luchas sociales y políticas que abogan por la construcción de una sociedad más justa. De hecho, el feminismo es parte de los derechos humanos, o sea, que la promoción de los derechos humanos también es un problema feminista.
Entonces, ¿por qué no decir simplemente que promovemos los derechos humanos? La escritora nigeriana Chimamanda Adichie lo explica bien: “Está claro que el feminismo forma parte de los derechos humanos en general, pero elegir usar la expresión genérica ‘derechos humanos’ supone negar el problema específico y particular del género”.
El feminismo nace por un sentimiento de injusticia junto con la toma de conciencia de las mujeres de la opresión, dominación y explotación de la que han sido y son objeto. Con todo, busca terminar con el orden impuesto por el patriarcado a través de mecanismos culturales, políticos, ideológicos, económicos y sociales.
Feminismos para todas las mujeres
Podríamos decir que el feminismo es acción y que no es uno solo. Las mujeres son diferentes entre sí y se enfrentan día a día a distintas problemáticas y violencias, según la cultura, etnia, clase, raza, orientación sexual, etc.
Sin ir más lejos, las mujeres mapuche feministas no separan sus demandas con las de su pueblo. Así lo explicó la poeta Daniela Catrileo en el capítulo de Copadas “Feminismos indígenas: resistencias a otras opresiones”: “Hay que aprender que no necesariamente el feminismo está salvando a todas las mujeres“.
“Hay epistemologías que vienen de otras raigambres y vienen de muchos años antes que ciertas teorías feministas llegaran a los territorios. Desde esa perspectiva, creo que hay que nutrirse de esa propia sabiduría de los pueblos, de la forma comunitaria de entender la lucha y también aprender que podemos ver una multiplicidad de feminismos, que no todo el feminismo viene de un espacio occidental, que hay otros debates internos de los feminismos, que sería interesante plantearse”, agregó.
De todas formas, el feminismo, en cualquiera de sus variantes, es un proceso que se construye constantemente. El feminismo es el cuestionamiento del orden establecido en el sistema y de los privilegios tanto personales como de otros grupos sociales. De todas formas, una vez que “te pones los lentes morados” es imposible ver las cosas con una mirada que no sea feminista.
Feminismo no es el machismo al revés
El machismo es la expresión cotidiana de actitudes sexistas que buscan establecer y mantener la dominación de los hombres sobre las mujeres y lo que las mujeres representan.
O sea, es machismo que un hombre exija que las mujeres realicen todas las tareas domésticas “porque es su condición de género”. También lo es la hipersexualización de las mujeres en los medios de comunicación o pensar que sólo los hombres tienen capacidad de liderazgo.
El feminismo, en cambio, no busca la supremacía de mujeres por sobre hombres, ni mucho menos de mujeres por sobre mujeres. Por el contrario, es un movimiento para acabar con el machismo y las distintas opresiones que existen.
A fin de cuentas, el feminismo busca la transformación profunda de la sociedad para terminar con el orden patriarcal y dominación masculina.
Las olas del feminismo: somos históricas
En el diccionario feminista de Copadas, definimos las olas del feminismo como las distintas etapas del movimiento feminista a lo largo de la historia. Estas olas se definen a partir de hechos importantes en el camino de la reivindicación de los derechos de las mujeres.
Son muchas las historiadoras, investigadoras e intelectuales que han determinado tres grandes momentos u olas. Cabe destacar que esta categorización se ha hecho desde un enfoque occidental y blanco, pues no comprende las luchas de feminismos indígenas o antirracistas.
La primera ola feminista
Corresponde al feminismo ilustrado. Este primer momento se extiende desde la Revolución Francesa (1789) hasta mediados del siglo XIX. Se caracteriza por la búsqueda de la reivindicación de la inteligencia de la mujer y su derecho al acceso a la educación.
Además, es en este período en el que mujeres organizadas plantean a la Asamblea Francesa de 1789 la necesidad del voto femenino, una reforma a la institución del matrimonio, a la custodia de los hijos y el derecho a la instrucción educacional de las mujeres.
La segunda ola feminista
Se caracteriza principalmente por la reivindicación del voto femenino, y se extiende desde mediado del siglo XIX hasta la década de los cincuenta en el siglo XX. Esta ola pone énfasis en diferentes problemáticas ligadas al lugar geográfico de donde nacen.
Es así como en Inglaterra las feministas luchan por el derecho al voto femenino, las feministas estadounidenses buscan la independencia de la mujer respecto a sus padres y maridos, exigiendo cambios en las costumbres y la moral de la época. También se destacan el surgimiento de demandas provenientes de las clases medias y bajas y de las mujeres no blancas.
La tercera ola del feminismo
Corresponde al feminismo contemporáneo. Esta ola comienza con las revoluciones de los ’60, y su fin se aproxima a los años ’80 y ’90.
Se caracteriza por la lucha contra los estereotipos femeninos presentes en los medios de comunicación y la publicidad. Se plantea la urgente necesidad de acabar con el patriarcado como estructura social desigual. También se hace manifiesto que lo personal es político, por lo que se ponen en la palestra temas como la sexualidad femenina, la anticoncepción, la violencia sufrida por mujeres en sus relaciones sexual-afectivas, entre otros tópicos.
La cuarta ola del feminismo
Las luchas desde inicios del siglo XXI están siendo planteadas como la cuarta ola del feminismo. Éstas giran entorno a la igualdad entre hombres y mujeres en todo espectro, el derrocamiento del patriarcado, la sororidad entre mujeres y la interseccionalidad de las luchas y demandas.
“El feminismo está de moda”
Especialmente desde la movilización feminista del “Ni una menos” en 2016, que levantó a las mujeres de toda Latinoamérica, solemos escuchar que el feminismo está de moda. En ese entonces, se viralizó una ilustración rosada en redes sociales, los matinales se pusieron a hablar del tema y las tiendas de retail lanzaron al mercado poleras con la consigna.
Quizá en ese sentido el feminismo sea “una moda”, porque el tratamiento en todos estos casos fueron pasajeros. Sin embargo, como explicamos recientemente, el feminismo es un movimiento de larga data y es cualquier cosa menos pasajero. Si vemos a millones de mujeres en las marchas es porque cada vez somos más las que tomamos consciencia y nos hace más sentido el feminismo.
Como dijo la escritora y comediante española Nerea Pérez de las Heras, si el feminismo fuera una moda, sería la más incómoda de todas, porque se trata de cuestionarse todo.
Cuestionar nuestras formas de consumo, pensar en quién hizo la ropa que tengo puesta, ser consciente de las condiciones laborales de los y las trabajadoras que están detrás de lo que compro, conocer los valores de las personas que admiro, empatizar con la violencia que sufren otras especies y cuestionarse las relaciones. Y quizá una no puede estar en todos los frentes y desde todos los flancos, pero sí hacemos lo que está en nuestras manos por construir un mundo mejor.
Foto principal: Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres
Hoola, cómo puedo ubicar a Daniela Catrileo?
Es para una entrevista de una radio local en vicuña. Mi coreo es paulinaarceh@gmail.com
Gracias!